¡Que conste,… son reflexiones!

Manlio Fabio Beltrones

Sócrates A. Campos Lemus.

No hay duda de que la carrera por la sucesión presidencial adelantada está en marcha, quiera o no aceptarlo Enrique Peña Nieto ya que su justificación y solicitud de perdón por la compra irregular y llena de corruptelas de la Casa Blanca deja la certeza de que no solamente era realidad la denuncia sino que se pretendió ocultar la verdad desatando una intensa persecución política judicial en contra de Carmen Aristegui por no ceder ante la presión de que no se diera a conocer este escándalo.

La Casa Blanca es lo de menos, es como aceptar que es el mal menor para ocultar los mayores que son los contratos irregulares que han propiciado una inmensa fortuna a los miembros del equipo presidencial y al mismo presidente, con empresas nacionales y extranjeras, sobre todo, las de origen español que son las que mayormente se han vistao denunciadas a lo largo de este escandaloso sexenio lleno de corruptelas, asesinatos y de ineficiencia que ha generado el mayor escándalo al dejar sin credibilidad al presidente Peña Nieto al dejarlo encuerado en su verdadera dimensión humana e histórica.

Esto es lo mismo que les ocurre a los panistas cuando vemos el cinismo del comportamiento de Felipe Calderón y del partido, cuando buscan ocultar las transas y venganzas en las que están comprometidos, utilizando la relación con el corrupto PRI para enfrentar con declaraciones y provocaciones al mismo Andrés Manuel López Obrador, pretendiendo generar un estado de angustia, presentándole como el verdadero causante de la tragedia mexicana cuando él, solamente, es culpable de develar parte de la misma. En lo personal no me interesa el “defender” a López Obrador, porque eso es su obligación y la de su partido, la realidad es que no podemos permitir que se nos distraiga con ese mecanismo donde PRI-PAN coinciden en la misma estrategia no para solucionar los graves problemas nacionales sino para conservar el poder.

Debemos entender que, finalmente, los partidos políticos no representan el sentir de sus militantes ni del pueblo en general, sino que representan los intereses en los que coinciden los grupos de poder que son en realidad los que controlan los mecanismos políticos del poder. Así que con el cuento de que los ciudadanos hacen “propuestas”, ellos, toman determinaciones que nadie controla y acepta pero que nos imponen con el cuento de que por medio de la aceptación y el “estado de derecho”, los diputados y senadores, son los que operan las leyes y éstas deben ser aceptadas por todos a pesar de que sean las que nos joden a todos.

No hay duda de que los mexicanos nos uniremos en contra de la corrupción, que ésta será la bandera más importante del proceso presidencial y que debemos estar claros en que los partidos políticos solamente son parte de esa enorme corrupción que nos ha dejado en la crisis económica y de credibilidad que padece el país.

Muchos mexicanos aceptan que Manlio Fabio Beltrones es un político con la experiencia suficiente para sortear este proceso, pero a nadie le queda claro la razón por la que permitió dejar que desde el poder le impusieran a los candidatos en varios estados donde, finalmente, se precipita la crisis y se deja al descubierto que el encabronamiento nacional no solo es contra los gobernadores corruptos sino en contra de la corrupción y la ineficiencia operada por el presidente y su pandilla.

Todos lo han visto como una víctima y muchos sabemos reconocer que tiene valores para sortear la crisis pero existe la preocupación del grupo que le rodea y que forma una cerrada burbuja de poder, ineficiencia y corrupción, tal como se ha mostrado en muchas de sus ocupaciones donde los responsables de los asuntos más delicados que han quedado en los “pendientes de Manlio” son ellos y este, como buen político chapado a la antigua, prefiriere dejar claro que es: “amigo de sus amigos, tengan o no la razón” y de eso abusan los “cercanos a Manlio” que parecen lacayos del poder no amigos de verdad.

Y es que los políticos en su desesperación por encontrar a sus cuates de verdad y no a los cuates del “puesto y la charola”, se dejan influir por esos cortesanos que siempre son los que generan las tragedias de los poderosos…así que ojalá Manlio se pueda dar cuenta de esto, a menos que prefiera quedarse en el olvido y la tragedia…